La historia de la evolución de la civilización humana ha estado siempre ligada a los avances conseguidos gracias al uso del cobre, des de las primeras civilizaciones, no era raro ligar la abundancia de riqueza con un uso inteligente de este material, pues además, posee unas propiedades que le dotan de gran resistencia y durabilidad.
Ya no es solo la utilidad que proporciona en el ámbito tecnológico, sino que nuestro cuerpo necesita de unas cantidades mínimas de cobre para poder funcionar correctamente, así que, ¿cómo no iba a ser importante en nuestra historia si hasta nuestro organismo nos lo pide?
La revolución del cobre empezó hace miles y miles de años, pero sería equivocado pensar que su uso se ha frenado con el descubrimiento de otros materiales, actualmente tiene numerosas aplicaciones, y su uso de cara al futuro posiblemente se verá aumentado. Para dar una idea, una casa requiere aproximadamente de unos 200 kilos de cobre para poder poseer todos los servicios y estructuras necesarias.
Nos gusta destacar la presencia de cables en nuestra sociedad, a nuestro alrededor, allá donde miremos, y es importante saber que estos, en la mayoría de los casos, están formados de cobre, ya que es un material que conduce eficientemente la electricidad, y por ese motivo, se necesita mucho menos que en comparación a otros materiales para poder conducirla, por lo que además de eficiente, es económico.
Como hemos comentado, su uso se podría ver aumentado en un futuro, pues el crecimiento del uso de Internet y el mundo 3.0 requerirá de cantidades inimaginables de cable para poder garantizar las conexiones globales, esas que hacen que parezca que entre una punta del mundo y la otra haya solo unos segundos de distancia.
El proceso por el cual a través del cobre se obtiene cable se llama trefilado, ¡y en nuestro blog te contamos en que consiste!
Después de esto, ¿Quién duda aún de que podamos vivir sin cobre?